miércoles, 3 de junio de 2009

Garduña (Martes foina)

Garduña (Martes foina)Se trata de un mamífero carnívoro de mediano tamaño, muy similar a la marta (Martes martes) ambas pertenecientes al género martes, siendo la principal diferencia entre ambas, el color de la mancha del pecho, amarilla o naranja en la martay blanca en la Garduña.

Su cuerpo es esbelto y alargado, la cabeza grande y alargada, más clara que el resto del cuerpo, con las orejas no muy pequeñas y bordeadas de blanco. El hocico es alargado y termina en una nariz color carne. Sus patas son cortas, más oscuras que el cuerpo, y están provistas de 5 dedos sin pelo en las plantas.

Presenta una coloración parda más o menos oscura, con una mancha blanquecina que tras ocupar toda la garganta y el pecho, se divide para alcanzar la parte superior de las patas delanteras.

La cabeza junto con el cuerpo de la Garduña mide entre 41 y 51 cm, la cola entre 23 y 27 centímetros, variando su peso entre 1,3 y 2,3 kilogramos.

Las hembras están provistas de 2 pares de glándulas mamarias.

La dentadura de la Garduña consta de un total de 38 piezas, contando la mandíbula superior con 6 incisivos, 2 colmillos, 8 premolares y 4 muelas, y la inferior con 2 muelas más.

Existe una subespecie de Garduña en las Islas Baleares, la cual se sospecha que se encuentre ya extinguida.

Hábitat y distribución volver arriba

La Garduña habita zonas montañosas y rocosas, con poca vegetación. También se le encuentra en bosques de robles, hayedos, encinares, etc.

Su territorio puede alcanzar entre 8 y 10 metros de radio, por el cual normalmente se desplaza por senderos y generalmente recorre todas las cimas y elevaciones que en el existen.

Dentro de ese territorio dispone de varias madrigueras las cuales ocupa indistintamente, y pueden estar situadas entre piedras, tocones de árboles viejos, grietas, etc. Durante el invierno suele frecuentar o instalarse en construcciones humanas abandonadas o poco frecuentadas, como casas abandonadas, graneros, pajares, etc.

Dentro de la Península Ibérica, su distribución es más o menos regular, siendo más abundante en el Noroeste, Álava, Cáceres y parte de Granada. La Garduña de la Península no figura como amenazada. Por el contrario falta en las Islas Canarias y en las Baleares se encuentra prácticamente extinguida.

La Garduña se encuentra en regresión debido principalmente a la caza ilegal por parte de los furtivos, a las molestias ocasionadas por los humanos y a la destrucción de su hábitat con la consiguiente reducción de sus biotipos.

Aparece recogida en el capítulo III del Convenio de Berna, el cual indica que se debe investigar su situación en Ibiza, si es que todavía queda algún ejemplar.

Reproducción volver arriba

Existen diversas opiniones acerca de los periodos de reproducción de este animal, por lo que pudiera tener 2 épocas de celo, una durante el mes de febrero, y la otra entre los meses de junio y agosto. No obstante diferentes autores afirman que la primera es sólo un periodo de excitación o falso celo, mientras que el segundo periodo corresponde al más intenso y productivo o verdadero celo.

Durante este celo real, los machos se juntan, peleándose y emitiendo chillidos similares a los que produce un perro pequeño o un gato, recorriendo largas distancias hasta encontrar una hembra con la cual aparearse y olvidándose totalmente de la cautela y precaución que les caracteriza. Este periodo de celo dura en cautividad unos 15 días.

Tras la cópula, el macho suele abandonar a la hembra, la cual construye el nido en el interior de una de las madrigueras, valiéndose para ello de hierbas, plumas, hojas, musgo, etc.

Debido a una característica común en algunos animales denominada "implantación retardada", la hembra retendrá los espermatozoides vivos del macho en su interior hasta aproximadamente el mes de enero, momento en que los fecundará dando lugar al comienzo de la gestación real, que durará unos 56 días, con lo cual desde el momento del acoplamiento hasta el momento del parto habrían transcurrido unos 8,5 ó 9,5 meses.

Tiene 1 sola camada anual, pudiendo tener lugar el parto entre los meses de marzo y julio, en el cual pueden nacer de 2 a 7 crías, siendo lo normal que nazcan entre 2 y 5. Las crías nacen sin pelo y con los ojos cerrados, pesando en ese momento unos 30 gramos. Transcurridos unos 36 días, abren los ojos y seguirán mamando hasta que cuenten con de 2 ó 2,5 meses de edad.

Progresivamente irán saliendo al exterior de la madriguera para jugar, siempre bajo la atenta vigilancia de la madre, a la que abandonarán cuando alcancen la edad aproximada de 3 meses.

Las Garduñas son capaces de reproducirse cuando alcancen una edad de entre 1,5 y 3,5 años.

Alimentación y costumbres volver arriba

Se puede alimentar de liebres y conejos, pájaros y sus huevos, ardillas, ratas, ratones, topillos, también de peces, anfibios, reptiles, de miel, de frutos, sobre todo en otoño, sintiendo especial predilección por los higos.

Esporádicamente puede cazar crías de corzo y entrar en gallineros en busca de aves de corral, matando muchas veces más de lo que necesita, comportamiento debido posiblemente al revuelo de las aves al verla aparecer, lo que el instinto de protección de la Garduña le lleva a zanjar los aspavientos rápidamente para no ser descubierta. En mi modesta opinión, si al entrar la Garduña en el gallinero, las aves permanecieran inmóviles y silenciosas, estoy seguro que nuestra amiga únicamente mataría lo necesario y se lo llevaría velozmente a algún lugar seguro donde disfrutar del festín.

Es un animal solitario, con la excepción de la época de celo, aunque a pesar de no formarse las parejas más que en esa época, sus territorios durante el resto del año, no distan mucho unos de otros.

Los machos son territoriales, no dudando en defender su territorio ante la incursión de otro macho adulto.

La actividad diaria discurre del anochecer al amanecer, aunque los jóvenes y los adultos en celo, pueden tener también actividad durante el día. Permanece activa durante todo el año, puesto que no sufre letargo.

Su olfato está bien desarrollado, al igual que su vista, adaptada a la visión nocturna y diurna, pero el más destacable de sus sentidos es su excelente oído, que le previene del más mínimo indicio de peligro o de la presencia de una posible presa.

Este animal se desplaza normalmente dando pequeños saltos, es un buen trepador (deja marcas de las uñas) y aunque también sabe nadar, evita el agua a no ser que la temperatura sea elevada, a donde acudirá entonces para refrescarse.

Las huellas que deja la garduña, son parecidas a las de Marta, pero más fáciles de localizar, ya que al no tener la planta recubierta de pelo, las marcas son más nítidas. Normalmente aparecen impresos 4 dedos con uñas, midiendo las de la pata delantera unos 3 ó 4 cm. de largo, por unos 3 ó 3,5 de ancho y las correspondientes a la trasera, unos 4 cm de largo por 3 de ancho, medidas que varían enormemente en función del tipo de suelo donde queden impresas.

Los excrementos son sólidos y alargados, de unas medidas aproximadas de entre 6 y 10 cm de largo por 1 ó 1,2 de ancho, su olor no es demasiado repulsivo y normalmente son depositados en elevaciones del terreno, o cuando aparecen en construcciones humanas, sobre un plástico, periódico, cartón, etc. El color depende en gran parte a lo que comiera el animal, así, si se alimentó de sangre, la cagarruta presentará un color negruzco, si comió moras, morado, rojiza si ingirió bayas de ese color, etc.

Suele afilar las uñas en la base de troncos gruesos, donde pueden quedar las marcas de los arañazos.

Si caza algún pájaro, abandonará restos como plumas, alas, patas, etc. Si una Garduña mordiera una pechuga de pollo, la distancia entre los orificios de los colmillos superiores distaría aproximadamente 1,5 cm.

Cuando se excita o se asusta, emite una serie de sonidos muy estridentes similares a chillidos, aunque también puede gruñir, gritar o producir chirridos.

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