LA EROSIÓN
La erosión
Definición
La erosión es un proceso de desintegración paulatina de las rocas y otros materiales que forman la superficie de la corteza terrestre. El transporte posterior de los minerales erosionados, generalmente disueltos en agua, es un potente generador de suelos y constituye el primer paso para la formación de rocas sedimentarias (ver t9).
La meteorización es un proceso lento y natural que sucede de manera constante y que forma parte de la dinámica geológica de nuestro planeta. Sin embargo, el aumento de la erosión en ciertas regiones, debido a la actividad humana o a cambios en el clima, supone una seria amenaza para el equilibrio ecológico de las zonas afectadas.
Responsabilidad de la temperatura y las precipitaciones en el proceso erosivo.
Tipos
En líneas generales, se distinguen dos tipos principales de erosión:
- Meteorización mecánica o física: rotura de las rocas al separarse los minerales en sus zonas de conexión más débiles (grietas o diaclasas). Se produce gracias a la acción de agentes diversos, como el hielo, las sales cristalizadas, las raíces de las plantas y la acción de animales y seres humanos, o por efecto de procesos mecánicos, como la abrasión y los cambios de temperatura.
- Meteorización química: es un sistema de mayor complejidad, ya que se basa en las reacciones químicas que se producen entre los minerales de la roca y ciertas sustancias presentes en el agua y el aire. Los mecanismos principales son tres:
- Disolución: los minerales solubles se disuelven en agua y son arrastrados.
- Oxidación: el oxígeno disgrega los minerales al combinarse con ciertos elementos.
- Hidrólisis: la molécula de agua se descompone y sus átomos reaccionan con los de los minerales de las rocas, formando nuevos compuestos.
Agentes erosivos
Como hemos visto, varios agentes naturales guardan relación con los procesos erosivos, tanto desde el punto de vista físico como químico. Los más importantes son los siguientes:
- Agua: es el principal protagonista de la meteorización natural. Actúa como abrasivo (partículas flotantes) y disolvente, participa en la disolución y depósito de las sales y genera reacciones químicas tanto por hidrólisis como por oxidación. Por otra parte, el agua que se infiltra en las grietas de los minerales, al helarse, actúa como una palanca que puede romper la roca en pedazos. Además es el principal medio de transporte de las sustancias disueltas.
- Aire: el viento transporta partículas sólidas en suspensión que actúan como una verdadera lija sobre la superficie de las rocas. Además, diversos gases atmosféricos, algunos naturales y otros procedentes de la actividad industrial, reaccionan químicamente con los minerales de las rocas. Como elemento de transporte, el viento ocupa una posición secundaria en relación con el agua.
- Clima: relacionado con la congelación del agua, el clima participa en la meteorización, sobre todo por medio de los cambios bruscos de temperatura, que dan lugar a un proceso de dilatación y contracción que puede disgregar la roca. El mecanismo erosivo se acelera si los minerales de la roca reaccionan de modo diferente ante las temperaturas.
- Sales: las sustancias salinas transportadas por el agua, al acumularse en las grietas, tienden a cristalizar, proceso químico que genera una dilatación similar a la del hielo, con efectos parecidos.
- Actividad biológica: las raíces de las plantas, que penetran a través de las grietas rocosas, constituyen un importante elemento erosivo en zonas de mucha vegetación. Menor resulta el efecto meteorizador de los animales.
- Actividad humana: las obras y construcciones del ser humano han constituido desde siempre un agente erosivo de cierto nivel. En la actualidad, la emisión de productos contaminantes a la atmósfera ha aumentado el potencial de meteorización química de la atmósfera. Buen ejemplo de ello es el denominado «mal de la piedra», que produce importantes deterioros en los edificios.
- Hidrólisis: la molécula de agua se descompone y sus átomos reaccionan con los de los minerales de las rocas, formando nuevos compuestos.
Las raíces de los árboles producen erosión en el terreno pero, al mismo tiempo, la vegetación protege el suelo de la acción de otros agentes erosivos más potentes. La pérdida de la cubierta boscosa acelera la erosión del terreno y convierte zonas fértiles en desiertos.
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